en tu boca, amormío
quiero derramarme en tu hambre
Egon Schiele, «El Abrazo (Amantes II, marido y mujer)», 1917
me gusta ver tu pelo
A ti mujer que me lees
Me gusta leerte, me gusta leer lo que escribes, lo que dibujas, lo que pintas, lo que respiras, lo que suspiras, lo que besas. Me gustan tus amores, tus despechos, tus palabras que desgarran, que queman, que arañan. Tú, mujer que te escribo, tienes una forma de mostrar tus deseos a través de tus palabras, de tus manos, de tus labios, de tu manera de caminar; me gusta leer tu cuaderno, tus olores, tus caricias, tus jadeos, tus sonrisas, tu cintura, tu cuello. Más me gusta que me pienses cuando escribes, o traces, o manches, o cierres los ojos. Agota toda la tinta de los bolígrafos, acaba con todos los lápices, exprime todos los tubos de óleos ,revienta todas las cuerdas de la guitarra, quédate afónica, que yo, mujer, te seguiré leyendo y oliendo, te seguiré escuchando y besando, te seguiré mirando y admirando, sobre todo te seguiré amando, hasta que estalle el delirio.
Vuelta 38
Sólo diré que ya finalizando este ciclo supe lo que es Amar, con toda mi piel, mis temores, mis sueños… piel que comparto, temores que comparto, sueños que comparto, con ella… A ella dedico estas líneas.